Una manera fácil y divertida de entrenar la mente del futbolista, es a
través de partidos condicionados y variados, consiguiendo tener al
jugador en constante concentración y forzando a que piense en todo
momento.
Los partidos los podemos condicionar de muchísimas formas, limitación de
toques, puntuación según la parte del cuerpo o distancia que anote gol,
discriminación de pierna, etc. Estas condiciones hacen que el jugador
tenga que estar siempre atento para poder seguir manteniendo la posesión
del balón y poder finalizar la jugada en la portería contraria. También
hay que saber que con estos partidos conseguimos que el jugador
aprenda también a tomar las decisiones correctas en el menor tiempo
posible, aparte de poder realizar trabajos tácticos y técnicos durante
los partidos.
Es un trabajo que podemos introducir en la sesión durante 15-20 minutos
(dependiendo también del número de jugadores que dispongamos).
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